LA HISTORIA DEL GRAFFITIL

   fotografia por: Sara Natalia Juyo                            

La palabra graffiti proviene del término italiano “Sgraffiti” que significa dibujo o garabato en la pared y de la palabra griega “Graphein” que significa escribir.
Es una modalidad de pintura libre que tiene dos vertientes: una legal, en la que el graffitero crea grandes obras de arte en murales aplicando técnicas, y la ilegal en la que pintan cualquier tipo de escritos desde un mensaje crítico hasta obscenidades en vallas, trenes, muros, puentes, entre otros lugares, sea permitido o no.

El graffiti actual como movimiento urbano empezó en los años 60 en la ciudad de Nueva York cuando un joven mensajero, conocido como “taki 183”, comenzó a dejar su firma por toda la ciudad, desde los vagones del metro, hasta las casas en donde repartía la correspondencia, después de eso los jóvenes comenzaron a imitarlo poniendo sus firmas alrededor de la ciudad para ganar el reconocimiento de los demás “taggers”; para esto era necesario una caligrafía y estilo diferente e incluso el lugar donde se iba a poner la firma. 

A finales de los 70´s los graffitis llegan a su cumbre con la incorporación de iconografía popular o retratos caricaturescos. Debido al exceso de entusiastas que ponían sus “tags” en los trenes de nueva york, las autoridades tuvieron que tomar medidas poniendo vallas alrededor de las estaciones, restringiendo la venta de pinturas, haciendo campañas antigraffitis, entre otros; todas estas medidas tomadas fue llevando al graffiti a su descenso; algunos graffiteros, al no ver que tenían más opciones, se fueron a Europa a expandir esta cultura urbana.

La explosión a mediados de los ochenta del movimiento Hip-Hop reaviva la llama neoyorkina de la cultura del writing. Esto anima de nuevo a los adolescentes. Todos quieren ser b-boys (seguidores del hip hop). Los writers acompañados ahora por los breakers (bailarines de breakdance) y los Mc’s (cantantes de rap), están otra vez promoviendo el graffiti por E.E.U.U.